El lunes pasado, los trabajadores de las cinco líneas de subterráneos realizaron una huelga por la mañana al enterarse de que los dirigentes de la Unión de Tranviarios Automotor (UTA) habían convocado a elecciones a delegado sin anunciarlo públicamente hasta el día anterior.
Ante esta situación, el cuerpo de delegados - opuesto a la UTA - convocó a asambleas en cada línea para definir las medidas a tomar. Por la tarde, los delegados se reunieron con la viceministra de Trabajo, Noemí Rial, quien suspendió las elecciones y prometió que el gobierno iba a garantizar que los comicios en el subte se realizaran de forma democrática. Sin embargo, los intentos de la burocracia por frenar el proceso organizativo de los trabajadores del subte y deslegitimar a sus delegados sigue presente. "Nosotros tenemos claro que Metrovías no nos quiere. No esperamos que la empresa a la que peleamos que no haya tercerización, a la cual le peleamos mejores condiciones de trabajo y mejoras salariales nos trate bien. Pero acá lo que sucede es que es el gremio nos está tratando de sacar por todos los medios posibles", afirmó Néstor Segovia, delegado de los trabajadores del subte, a quien se le está realizando un juicio para quitarle los fueros sindicales. Se han dado numerosas situaciones de violencia y ataque por parte de la UTA hacia los trabajadores del subte. Sin embargo, en el último año, hay dos reclamos centrales que plantean desde el cuerpo de delegados en relación al gremio. El primero de ellos tiene que ver con el punto 8 del acuerdo salarial firmado entre la burocracia y Metrovías, a fines de febrero pasado. Este punto equipara la figura(y las tareas desempeñadas) por los guardas y los conductores, desconociendo aspectos de conocimiento técnico y preparación que implica la tarea. La empresa paga 500 pesos menos en salarios. "Nosotros decimos que es una flexibilización laboral encubierta. Si el guarda lleva adelante una tarea de mayor responsabilidad, por la cual se cobra más dinero, y acepta hacerla por el mismo sueldo que recibe hoy, en los hechos están flexibilizando su trabajo", afirmó Roberto Pianelli, delegado de la línea E de subte. El segundo punto que ha generado problemas es la instalación de un Tribunal de Ética, a cargo de dirigentes de la UTA, que ya ha notificado a gran parte de los integrantes del cuerpo de delegados del subte que serán sancionados y ha enviado el último 25 de abril cartas documentos a varios delegados. En un mecanismo denunciado como irregular por los trabajadores, el Tribunal podría decretar las sanciones en los próximos meses. Otro de los delegados, Claudio Delle Carbonara, aseguró que la UTA no permite hacer descargos contra estas acusaciones del Tribunal de Etica porque ni siquiera nos permiten conocer las acusaciones".Por estos motivos, el último lunes los trabajadores decidieron interrumpir el servicio de todas las líneas y reclamar que la empresa Metrovías y el sindicato garanticen "elecciones limpias y democráticas". La viceministra de trabajo, Noemí Rial les garantizó a los delegados que las elecciones se realizarán de forma transparente y quedó conformada una mesa de trabajo para debatir los otros puntos que están en debate. "La empresa Metrovias y la buocracia quisieron montar esta maniobra escandalosa y fraudulenta por la necesidad que tienen de desplazar al cuerpo de delgados e imponer el terror a los trabajadores para poder aumentar sus ganancias", afirmó Pianelli. Mientras tanto, uno de las cuestiones que se está debatiendo entre los trabajadores del subte, si el comite de ética sanciona a los delegados, es la conformación de un nuevo sindicato.
Fuente: www.prensadefrente.org
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