Buenos Aires, 3 de enero de 2008, (Agencia Walsh).- Integrantes de la Asociación del Personal de Hipódromos realizaron ayer una contramarcha y un vallado para impedir que los trabajadores del Casino de Puerto Madero escracharan a Cristóbal López, dueño del Casino Club. La policía no actuó ante las amenazas y agresiones físicas que realizaron contra trabajadores de prensa.
En estas circunstancias AW encaró directamente a Miguel Ángel Quiroga, Secretario General de la Asociación Gremial del Personal de Hipódromos con quien sostuvimos el siguiente diálogo
¿Esta es una contramarcha para evitar que los trabajadores del casino lleguen a las puertas del hipódromo?
Ante lo cual Quiroga respondió, intentando despegarse de los hechos: “No, no es una contramarcha. Yo vengo de Plaza Italia de hablar con ellos y les pedí que por favor no vinieran. En abril del año pasado han estado acá porque quedaban despedidos; Los hice reincorporar, pedí a la empresa y los reincorporaron. Luego, volvieron a manifestarse, vinieron con bombas de estruendo; corrió riesgo un jockey, porque era un día de carrera, y volvieron de nuevo; los ayudé de alguna manera, después volantearon otra vez y anoche volvieron a volantear el hipódromo. Yo soy el secretario general de los hipódromos de San Isidro y las agencias, no tengo nada que ver con el flotante. Lo que digo es que, si tienen inconvenientes con el flotante o con sus autoridades, que vayan al flotante”.
¿Pero hay uno de los socios del hipódromo, Cristóbal López, quien también es socio y propietario de los Casinos y por eso el escrache. Quiroga, acá hay gente con cuerpo voluminoso, más conocidos como patovicas, y que ustedes han puesto acá, ¿para qué? Y la policía se interpuso a una cuadra y media, ¿para evitar enfrentamientos?
Buenos, enfrentamiento no íbamos a hacer, nos íbamos a sentar todos, que hagan lo que quieran, los invito nuevamente a los delegados a mi gremio o a donde ellos quieran. Voy solo como he ido a Plaza Italia a tratar de ayudarlos para ver de qué manera encontrar una solución. Como lo hice en una oportunidad. No digo que lo voy a solucionar, pero a lo mejor puedo solucionar.
¿Pero una cosa es ver manifestar a trabajadores, digo, todos son trabajadores? Pero ver a los que comúnmente se los llama patovicas, indica una cierta intencionalidad de resguardo o ataque ¿No?
No, no, es sencillo esto, acá tenés la industria del turf, tenés gente del campo, gente de la cancha, gente que anda con los tractores, con las palas mecánicas, con la arena, una industria grande. Son 700 mil trabajadores, la industria del turf a nivel del país. Acá tenés gente de seguridad de las agencias hípicas, hipódromos. Entonces hoy tengo un problema en el hipódromo de Mar del Plata que está cerrado y tengo que llevar gente para custodiar el hipódromo de Mar del Plata, hay que abrirlo, es la industria, es nuestro trabajo. Yo tengo 44 años acá, tengo descendencia dentro del hipódromo.
¿Es decir que ustedes vinieron a cuidar su trabajo?
De hecho es lo mismo que le dije a todos tus colegas tuyos. Que yo vaya a ver a tu secretario general porque quiero un aumento salarial acá. Porque no van a protestar al Ministerio, a la Justicia, al barco o a su gremio.
Matones contra mujeres y periodistas
Al finalizar la entrevista, nos enterábamos que habían ocurrido varios escándalos a pocos metros. María, una trabajadora del Casino se quejaba: “La policía esta acá, en lugar de sacar a todos los matones que están allá con armas, y no nos dejan ir a ningún lado, esto es una vergüenza. Somos todas mujeres cubriéndonos entre nosotras y no nos dejan pasar. Están mandando a una patota para que nos vengan a pegar. Cuando nosotros somos siempre reprimidos y nadie nunca hizo nada”.
En otro de los sectores, el camarógrafo Carlos Reyes de América TV, y un productor eran amenazados con armas en la esquina de Av. Libertador y Dorrego para impedir que registre la manifestación. Tres personas encapuchadas, que responden al Sindicalista Miguel Ángel Quiroga, denunciaron los damnificados nos dijeron: “Dejá de filmar”, al tiempo que le colocaron primero un elemento punzante a la altura del estómago, lo que hizo que Reyes se echara hacia atrás y les pidieron que se vayan. Entonces, Reyes respondió: “Dejame, estoy trabajando”. Y volvieron a amenazarlo esta vez, con un arma de fuego, y en ese momento le gritaron: “Pelado andate de acá, filma para otro lado”.
Todo esto pasaba, mientras los trabajadores del Casino Flotante se retiraban molestos, pero sin incidentes, y permanecían en un clima tenso los manifestantes de la Asociación Gremial del Personal de Hipódromos de Buenos Aires, San Isidro y Agencias Hípicas Nacionales, al tiempo que interrumpían el tránsito vehicular de varios carriles de la Av. Libertador al 4100.
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