
¨No le entregués a cualquiera
tu oreja y tu corazón
que yo estoy en tu vereda,
parado acá afuera, muriendo de amor...
Sin propagandas ni orquestas,
ni espejito de color,
con mi canción de protesta
que sueña y apuesta a un futuro mejor.
Yo subo tu misma cuesta,
en tu dolor me hundo yo.
Sin estrategia ni fiesta,
ni palmas al ritmo del ranking de hoy.
No te entregués a cualquiera, mi amor,
que no sea este torpe cantor.¨
Ignacio Copani
Yo estuve ahí. Simplemente maravilloso...
ResponderEliminarCuánta simpleza y coraje para decir la verdad...